PARÍS, FRANCIA (09/ENE/2017).- La base de datos puesta en marcha por Interpol hace casi siete años ha permitido en este tiempo identificar a 10 mil menores víctimas de delitos sexuales en todo el mundo, según los datos presentados hoy.
La Base de Datos Internacional sobre Explotación Sexual de Niños (ICSE), que fue actualizada por última vez en febrero de 2016 para incorporar nuevas funcionalidades, en particular para el análisis de vídeo, tendrá una nueva versión para establecer conectividad con otras bases en los países que contienen imágenes de ese tipo de abusos, destacó Interpol en un comunicado.
Esa futura nueva versión, que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea, servirá para perfeccionar un instrumento al que hoy día están conectados 49 Estados, cuyos especialistas autorizados pueden acceder en tiempo real.
Se trata de permitir que proporcionen respuestas inmediatas a las consultas relacionadas con investigaciones sobre la explotación sexual de niños, pero también de que puedan recabar pistas o detectar cualquier solapamiento entre varios casos mediante el análisis del contenido digital, visual y de audio de los vídeos y de las fotografías disponibles en línea.
A través de este dispositivo de comunicación policial protegida, denominado I-24/7, se busca que las fuerzas del orden de distintos países aúnen sus esfuerzos para localizar a menores víctimas y hacer factibles operaciones muy rápidas.
Interpol hizo mención a que en una ocasión la policía británica consiguió identificar y detener a un presunto pederasta diez horas después de que se intercambiaran las imágenes a través de su base de datos.
En concreto, desde Australia se habían cargado fotografías de un escenario y de un delincuente desconocidos allí, pero especialistas de Estados Unidos que las analizaron identificaron las imágenes y, junto a la unidad de Interpol, enviaron un aviso a las autoridades del Reino Unido.
La ICSE contiene millones de fotografías y vídeos de niños, algunos de tan sólo unos días de vida.
El secretario general de la agencia policial internacional, Jürgen Stock, alertó de que la frecuencia de los abusos sexuales a menores «es alarmante, y no ayuda que estas imágenes se puedan intercambiar en línea en todo el mundo tan solo pulsando un botón y puedan quedar grabadas para siempre».
Stock hizo hincapié en la gravedad del uso de esas imágenes, y en que «cada vez que se visualiza o comparte una secuencia de vídeo, el niño vuelve a ser víctima del delito».
El jefe de la unidad de grupos vulnerables de Interpol, Mick Moran, señaló que «todas y cada una de las imágenes de abusos contra menores constituyen la prueba de un delito grave y la policía tiene la obligación de investigarlo».
Moran insistió en la importancia de que las bases de datos nacionales estén conectadas entre sí para evitar la duplicación del trabajo y lamentó que «a menudo» se destruyan las imágenes tras haber sido captadas cuando habrían podido ser «la pieza clave de un rompecabezas global y permitir la salvación inmediata de un niño víctima de un delito».
La ICSE, de Interpol, contiene millones de fotografías y vídeos de niños, algunos de tan sólo unos días de vida. AFP / J. KsiazekEl informador MEXICO